(imagen que te lleva a la Pluma afilada…)
Con Ñ .
No va de coña, lo de escribir con la eñe. Y ya vereis por qué.
Desde que se preña una madre, hasta que nace su niño, o su niña, esta letra le permite hablarle con cariño, cosa que sin ella sería un sueño imposible.
Le pone el primer pañal, le toca las muñequitas regordetas, los puños, lo baña, lo cuida y vela su sueño plácido hasta la siguiente toma de leche, y es feliz con su retoño.
Al llegar la mañana, la madre limpia sus legañas, y las del pequeño, antes siquiera de acudir al baño. Se da toda la maña posible para apurar el tiempo escaso del que dispone, entre tetada o biberón, para que esté todo a punto en su empeño…
No quiero alargarme más con este ejemplo de la necesidad de una letra. La Ñ de España, la del español, o castellano. Dicen que hay 2266 palabras escritas con ella… por eso desde hace un tiempo que estoy en Territorio Ñ, por necesidad y gusto por nuestra lengua, y además es que soy MAÑO, y poner magno me suena a coñac, y Carlomaño quedaría muy pretencioso como Carlomagno…